07/11 - Interés para la salud

¿Cómo proteger los ojos del sol?

De la misma forma en que cuidamos nuestra piel con pantallas solares, los ojos también deben ser protegidos del sol. Para saber cómo cuidar la vista de la exposición dialogamos con el oftalmólogo Jorge Luis Saiñas.

 

Se acerca el verano y los meses cálidos en nuestro hemisferio, con ello las ganas de estar al aire libre, lo que nos hace estar más expuestos a los irritantes oculares.

 

Los principales irritantes son: el viento, el calor, el sol (por los rayos ultravioletas), la arena, el polvo ambiente y el polen, esto último sobre todo en primavera.

 

El efecto dañino se manifiesta a través de irritaciones oculares externas (ojo rojo), pero, a largo plazo, la exposición acumulativa a rayos UV puede traer consecuencias graves como: queratitis (inflamación de la córnea), conjuntivitis, aumento en la incidencia de la formación de cataratas, masculopatías y tumores oculares.

 

Por todo esto, es muy importante la protección de los ojos por medio de cualquier tipo de barrera mecánica que disminuya la exposición, puede ser con: visera, gorro, lentes de sol y el uso de gotas lubricantes oculares (lágrimas artificiales).

Usar sombrero y anteojos de sol en verano reduce hasta en un 90 por ciento la incidencia de la radiación sobre los ojos.

 

CUIDADO CON LA CALIDAD

Hay que tener cuidado en el tipo de gotas que uno se coloca en el ojo, ya que las que tienen corticoides alivian los síntomas de irritación pero tiene efectos adversos importantes como: catarata y glaucoma.

 

También hay que tener mucho cuidado en el uso de lentes de sol de mala calidad, ya que uno se expone peligrosamente a los rayos UV pensando que está engañosamente protegido por tolerar más el sol, pero aumenta la exposición a los mismos.

 

¿Qué tenemos que tener en cuenta para elegir anteojos de sol?

Los anteojos de sol que adquiramos deben cubrir toda el área de los ojos y tener filtro para rayos UVA y UVB. La capacidad de bloquear estos rayos no depende de cuán oscuros sean de los lentes ni de su precio. Existen diferentes rangos de protección UV. Se recomienda que los anteojos posean un filtro UV del 80% o superior. Esto no es algo que nosotros podamos distinguir mirando el vidrio.

 

¿Qué pasa con los ojos de los niños?

Los rayos ultravioleta son igual de perjudiciales para los ojos infantiles que, al no estar desarrollados completamente, son mucho más vulnerables que los de los adultos a los efectos nocivos del sol. Una buena protección desde la infancia puede prevenir patologías visuales en el futuro.

 

El cristalino de los bebés de menos de un año deja pasar hasta el 90% de la radiación UVA y el 50% de la UVB, llegando directamente a la retina, la parte más delicada del ojo. Entre los 12 y los 13 años estos porcentajes se reducen alcanzando el 60% para los UVA y el 25% para los UVB. Recién a partir de los 25 años el cristalino ya funciona a pleno rendimiento y se reduce la cantidad de rayos ultravioleta que llegan a la retina.

Para finalizar, es importante no olvidar que las nubes no bloquean los rayos UV; saber que el sol es dañino todo el año, no solo en verano; y tener mayor cuidado en los horarios del mediodía y la siesta.