15/11 - Interés para la salud

Resistencia a los antibióticos

Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas. Son las bacterias, y no los seres humanos, las que se vuelven resistentes a los antibióticos. Estas bacterias farmacorresistentes pueden causar infecciones en el ser humano y esas infecciones son más difíciles de tratar que las no resistentes.

La resistencia se acelera con el uso indebido y abusivo de estos fármacos y con las deficiencias de la prevención y control de las infecciones. Es importante que se adopten medidas en todos los niveles de la sociedad para reducir el impacto de este fenómeno y limitar su propagación.

Cada vez es mayor el número de infecciones —por ejemplo, neumonía, tuberculosis y gonorrea— cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos prolongando las estancias hospitalarias, incrementando los costos médicos y aumentando la mortalidad.

Para prevenir y controlar la propagación de la resistencia a los antibióticos:

La población general puede:

  • Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional médico certificado.

  • No demandar antibióticos si los profesionales dicen que no son necesarios.

  • Seguir siempre las instrucciones de los profesionales con respecto al uso de los antibióticos.

  • No utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otros.

  • Prevenir las infecciones lavándose las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto íntimo con enfermos, velando por la seguridad de las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día.