10/09 - Interés para la salud

Atonía uterina

La atonía uterina es la primera causa de hemorragia severa en el mundo. Luego del nacimiento del bebé la placenta se desprende, pero a veces el útero no se contrae adecuadamente. 

 

Desde el Servicio de Obstetricia explican que la atonía uterina sucede cuando el útero no logra una contracción efectiva, los vasos que intercambiaban sangre entre la madre y el bebé que estaban interpuestos en la placenta quedan abiertos, y eso genera una pérdida que, a veces es moderada y otras veces es severa, y puede causar la muerte de la madre. 

 

Tan importante es esto que la Organización Mundial de la Salud afirma que una mujer puede tener a su bebé adonde quiera, pero para el alumbramiento necesita tener oxitocina exógena además de la que la mujer fabrica para que no haga una atonía. 

 

El útero, por diferentes motivos, no se contrae adecuadamente, se empieza a acumular sangre en su interior, esa sangre estira las fibras uterinas, y ahí se pierde un promedio de uno o dos litros de sangre hasta que se controle la emergencia. 

 

SIGNOS DE ALERTA

Lo primero que un profesional de la salud debe hacer es detectar que la pérdida de sangre no es normal y que los controles de salud de la madre están teniendo algunos cambios. La enfermera va a advertir que esa madre que ha vuelto del parto o cesárea no está como tiene que estar. Para ello es necesario hacer controles seriados de tensión arterial, temperatura, frecuencia cardiaca, palidez, vigilia. 

 

Cuando la enfermera toca la panza luego del parto o cesárea tiene que palpar el globo de seguridad de Pinard, que es el útero contraído sobre sí mismo, este tiene que ser una bola dura como una pelota de handbol al nivel del ombligo. Si esa pelota está blanda y está arriba lo primero que hay que hacer es empezar a masajear. Muchas veces el mismo masaje puede hacer que la fibra uterina se contraiga y empiecen a eliminarse coágulos. 

 

TRABAJO EN CONJUNTO 

Mientras una de las enfermeras está atendiendo y acompañando continuamente a la paciente, otra recoloca o abre la vía con suero para pasar oxitocina y volumen; otra tiene que llamar a la obstetra responsable, partera, o médico de turno. Además de reanimar a la madre con fluidos y medicación para que deje de perder sangre, hay que remover coágulos de abajo y evaluar si hay que llevar a la madre a quirófano. Además, se pone una sonda vesical, y se piden análisis. Es un trabajo en conjunto como sucede en todos los casos de un paciente con una hemorragia aguda. Todas las personas que están en el piso colaboran porque son muchas cosas que hay que hacer y coordinar.

 

Desde el Servicio de Obstetricia resaltan que “lo más importante es la capacidad que tienen nuestras enfermeras de hacer el  diagnóstico oportuno.  Ellas están capacitadas y saben cuándo  algo anda mal  para activan el código rojo para actuar”. 

 

FACTORES DE RIESGO

La atonía uterina es más común en mujeres con trabajos de parto largos, úteros muy distendidos por bebés muy grandes o mucho líquido amniótico, en pacientes con muchos partos (a partir del 6° parto aumenta el riesgo), porque las fibras están muy estiradas y ya no responden a los efectos de la contractividad como deberían. Y a veces ocurre porque sí.