17/01 - Interés para la salud

Consejos para prevenir las infecciones urinarias

Se denomina cistitis a la inflamación de la vejiga. La mayoría de las veces, la inflamación es causada por una infección bacteriana y se llama infección urinaria. Tomar mucha agua y no retener la orina son claves para prevenir esta afección que puede llegar a ser muy molesta y dolorosa.

 

Desde el Servicio de Ginecología explican que existe una creencia popular de que las infecciones de orina tienen que ver con los baños en la pileta o en el mar, o con la utilización de baños públicos.  Pero no siempre una cistitis se produce por lo que popularmente se cree.

 

TIPOS DE INFECCIONES URINARIAS

La infección urinaria baja ocupa la zona de la vejiga. Las mujeres tienen más predisposición a padecerla que los varones, ya que la uretra femenina mide hasta 4 cm. Una de las causas suele ser la contaminación vaginal hacia la uretra femenina por una mala higiene.

 

Las infecciones más banales posibles se llaman cistitis de la luna de miel o cistitis postcoital. Estas aparecen luego de tener relaciones sexuales. Cuando se va al baño se siente ardor al orinar y, a pesar de haber vaciado la vejiga, se continúa teniendo la sensación de querer orinar más. Este tipo de cistitis puede curarse rápidamente tomando 2 o 3 litros de agua con limón y miccionando frecuentemente, no reteniendo la orina. Y es muy probable que esto sea suficiente para resolver esa contaminación inicial.

 

Luego están las infecciones que ya vienen sintomáticas o cistitis no complicadas en las cuales la disuria (ardor al orinar), el tenesmo (sensación de querer seguir haciendo pis), la polaquiuria (aumento de la frecuencia de las micciones), la urgencia miccional (necesidad de ir urgentemente al baño) son los síntomas predominantes en la infección urinaria baja o no complicada. 

 

Esta infección ocurre por varias razones, la contaminación por vía vaginal es la primera y la segunda es la retención indebida de orina. Muchas mujeres son muy retenedoras de orina, y eso provoca que la vejiga quede con los bordes festoneados, con orina residual, y todo eso se convierte en un caldo de cultivo para que las bacterias que están próximas en la zona genital persistan y produzcan una infección urinaria no complicada.

 

La infección complicada puede acompañarse de sangre en la orina o con algún síntoma de fiebre. La sangre en la orina es un hecho más grave, significa que se está produciendo la ruptura de la mucosa. 

 

Ninguna de las infecciones urinarias descriptas necesita internación, salvo que la infección urinaria complicada se de en una paciente embarazada.

 

Es importante saber que hay que orinar cada 3 horas, para que la vejiga no se distienda demasiado. Beber mucha agua y vaciar completamente la vejiga al orinar. Al primer síntoma hay que tomar hasta 2 litros de limonada (con limón exprimido, no el que viene en botellas) para limpiar la vejiga. Además, después de tener relaciones sexuales es importante orinar, porque en las relaciones hay contaminación de la uretra y de ahí a la vejiga hay menos de 4 cm. 

 

FACTORES DE RIESGO

Toda paciente embarazada va a ser un factor de riesgo para hacer una infección urinaria, las cuales no presentan los síntomas comunes que el resto de las mujeres no embarazadas. En las mujeres de edad avanzada también las infecciones son muy poco sintomáticas. Otro grupo de riesgo son las mujeres diabéticas, las retenedoras, las mujeres que hacen 2 o más infecciones urinarias y no consultan al médico, sino que se automedican, eso hace que sea un factor de riesgo para futuras infecciones urinarias, cada vez con muchos más síntomas.

 

COMPLICACIONES

Mientras estén dentro de la vejiga las infecciones urinarias son de fácil resolución. El problema es que pueden ser la puerta de entrada para una infección urinaria alta. De no consultar a tiempo se puede empezar con dolor lumbar, con episodios de fiebre, y eso puede llevar a una pielonefritis y ser bastante grave para la paciente.