La Lic. Soledad Sánchez Puyade (MP 46702), Especialista en Psicología Clínica, aborda el aspecto psicológico de un paciente con diagnóstico de cáncer.

¿Qué le pasa a una persona que enferma de cáncer?

Abrimos el interrogante como disparador para comprender cómo transita un paciente el diagnostico de cáncer. De esta manera, poder vivenciar la experiencia de enfermar, desde una dimensión no solo médica. La palabra cáncer y el diagnostico de cáncer, conmueven al psiquismo.

Esto nos remite a pensar que la persona se enfrenta a un proceso de duelo, en el sentido de perdida de la salud. Hay una ruptura del acontecer vital de esa persona.

Esta situación traumática supone un gasto de energía muy alta, que conlleva un trabajo psíquico elaborativo al que el paciente se tiene que enfrentar.

Es interesante poder plantear cada diagnóstico como una historia de búsqueda de sentido. Intentar hacer comprensible lo que parece o se presenta como incomprensible.

Parece imprescindible en esos momentos contar con espacios que permitan hacer desplegar la palabra y el lugar en que esa persona esta posicionada en relación a su cuerpo, su enfermedad y su tratamiento.

Acompañar, fortalecer e intervenir cuando es necesario, desde la escucha y la apuesta a la palabra.

El diagnóstico provoca un primer impacto y malestar psicológico en el paciente, donde se suele experimentar miedo a la muerte, incertidumbre, ansiedad y enojo.

La cirugía y el tratamiento movilizan cambios en el esquema corporal, en su sexualidad y en la calidad de la vida de la persona.

El poder recibir acompañamiento y contención de un profesional de la salud mental, ayuda a desarrollar mecanismos de afrontamiento más adaptativos, y aceptar este proceso, largo y doloroso. A su vez podría incidir en la respuesta a los tratamientos y la calidad de vida de los pacientes.

Es a su vez fundamental incluir a la familia y pareja brindando herramientas para un acompañamiento mas saludable y que favorezca la adaptación a el momento que atraviesan.

Cáncer palabra NO prohibida

Mejor hablar de ciertas cosas

La palabra cáncer sigue siendo asociada en las narrativas discursivas de nuestra sociedad, como sinónimo de muerte. Por lo tanto, nos lleva a pensar el impacto de la palabra en el vivenciar de la enfermedad y el valor de las palabras.

Si bien hay más información y avances en su detección y tratamiento, en el inconsciente colectivo persiste esta noción.

Por lo tanto, es fundamental poder trabajar sobre estos discursos a nivel de la comunidad, los medios de comunicación y con cada paciente en particular para recuperar al sujeto atrás de ese diagnóstico, muchas veces disruptivo, impactante, imprevisto y que generalmente el paciente tiene dificultades para comprender, elaborar y afrontar.

Es necesario favorecer la capacidad de expresión de los pacientes, a través de recursos como el arte, la meditación y la expresión corporal, para acompañar un proceso adaptativo vital y desarrollar habilidades comunicacionales, con el fin de elaborar la experiencia de enfermar.