23/02 - Interés para la salud

El uso de repelentes de insectos

Recomendaciones sobre el uso de repelentes de insectos

Los repelentes contra insectos son importantes para protegerse contra los virus transmitidos por mosquitos y garrapatas, sobre todo cuando se viaja a lugares donde son comunes esta clase de enfermedades (en regiones endémicas; dengue, chikungunya y el virus zika), señala la Dra. Lorena Rastelli, Especialista en Dermatología. 

 

Las recomendaciones clásicas indican el uso de Citronella en los niños entre 2 meses y 2 años, y DEET con una concentración de hasta el 10 % entre los 2 y 12 años. Estas recomendaciones han sido modificadas en el contexto epidemiológico actual extremándose el cuidado de los niños a partir de los 2 meses de edad. 

 

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) y la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), se puede empezar a usar los repelentes que contienen DEET, picaridina o IR3535 cuando el niño tenga 2 meses de edad en concentraciones apropiadas (formato familiar o infantil) y siempre siguiendo indicaciones de uso. 

 

Se considera que DEET ofrece la mejor protección contra picaduras de mosquitos (protección predecible y prolongada), recomendándose en niños una concentración menor al 30%, aunque desaconsejando su uso en niños menores de 2 meses de edad. 

 

La Citronella y los otros repelentes naturales no duran tanto tiempo como los repelentes químicos, de modo que se deberán volver a aplicar con frecuencia y finalmente resultan menos efectivos que el DEET, por lo que en el contexto epidemiológico actual (zonas endemicas), se desaconseja su uso. 

 

Para los niños mayores de 3 años, el CDC recomienda también el aceite de eucalipto de limón. 

No se recomienda ningún producto para repeler los mosquitos en bebés menores de dos meses de edad.

La OMS recomienda aquellos repelentes con DEET con concentraciones familiares no superiores al 20%.

 

MEDIDAS DE SEGURIDAD AL USAR REPELENTES 

  • Revisar la etiqueta del producto para encontrar información sobre cuánta cantidad de DEET contiene el repelente. Utilizar productos cuyas concentraciones no superen el 30%.  
  • Aplica el repelente solo en las zonas de la piel que estén expuestas, o sobre la ropa. Nunca apliques el repelente por debajo de la ropa.
  • Nunca uses repelente en cortes de la piel, heridas o zonas donde la piel esté irritada.
  • No permitas que tu niño manipule el repelente. Colocar un poco del producto en la palma de tu mano y después aplícaselo a tu niño. No apliques repelente sobre las manos de tu bebé, ni tampoco cerca de sus ojos o boca.
  • No uses más que lo suficiente para cubrir las áreas expuestas de la piel o de la ropa. Ponerle mucho repelente a tu bebé no le protegerá mejor ni tampoco por más tiempo.
  • Cuando vuelvas a la casa, lava la piel de tu bebé con agua y jabón o báñalo para limpiar las zonas sobre las que aplicaste el repelente. Esto es aún más importante cuando le apliques repelente varias veces al día o por varios días consecutivos.
  • Si el repelente le irrita la piel o le provoca una reacción a tu hijo, deja de usarlo, lávale la piel con agua y jabón suave y consulta al médico. 
  • No utilices protectores solares que contengan repelentes. Usa un protector solar por separado. Aplica primero el protector solar y después el repelente.

 

Otras medidas de prevención 

  • Vestimenta: utilizar ropa de manga larga y pantalones largos (de color claro) siempre que el niño se encuentre en el exterior, a fin de cubrir las zonas expuestas. 
  • Elementos de protección ambiental en el hogar: 

• Barrera mecánica: Utilizar tul sobre las cunas, y además en las camas si la vivienda no cuenta con mosquiteros en aberturas (ventanas y puerta al exterior). 

 

• Químicos: Repelente de insectos ambiental (los que se enchufan contienen un piretroide) a no menos de 1,5 metros de donde se encuentra el bebé.