La otitis externa es una inflamación que compromete la piel del conducto auditivo externo, generalmente de causa infecciosa.

Su incidencia aumenta notablemente durante los meses de verano. El motivo de este incremento se debe, principalmente, a los baños prolongados en piletas o en el mar, que propician que la piel del conducto auditivo externo esté en contacto con el agua durante mucho tiempo, lo que llega a macerarla. De esta forma el epitelio pierde su integridad, principal factor de protección frente a la infección, junto a un pH ácido y el poder bacteriostatico y bactericida del cerumen.

Otro factor es el exceso de limpieza del conducto auditivo externo, así como la manipulación con hisopos y otros elementos, que favorecen a la aparición de otitis externas.

La otitis externa puede a afectar a cualquier persona de cualquier edad, pero es más frecuente en niños entre 5 y 12 años, y es 5 veces más frecuente en nadadores.

 

La forma de presentación es: dolor intenso, de inicio rápido (generalmente en 48 hs.), sensación de taponamiento, picazón, y a veces supuración y acufenos (zumbidos o silbidos que se escuchan en uno o en ambos oídos). En algunas ocasiones puede acompañarse de fiebre y malestar general. A su vez, puede existir una exquisita sensibilidad a la presión del trago, al traccionar el pabellón auricular o ambos. La otoscopia puede ser difícil por el dolor del paciente al contacto, y por la estenosis (estrechamiento del conducto auditivo externo) por edema difuso.

Ante la aparición de estos síntomas se recomienda acudir al especialista para realizar el tratamiento adecuado, teniendo la precaución de no mojar el oído.

MEDIDAS PARA PREVENIR LAS OTITIS EXTERNAS

• Mantener los oídos secos y limpios tras cada baño,”secando la parte externa del oído y la entrada al conducto, sin ningún otro tipo de manipulación interior. No introducir hisopos y/u otros elementos en los oídos.

• Acortar los tiempos de inmersión.

• En personas con tendencia a desarrollar otitis externa, pueden utilizar luego de los baños alcohol boricado ya que contribuye a la evaporación del agua alojada en el conducto auditivo externo, o bien, utilizar tapones en los oídos.