25/07 - Interés para la salud

¿Qué son y para qué sirven los análisis clínicos?

Los análisis clínicos consisten en una serie de pruebas que permiten conocer el estado de salud de un paciente. Consiste en tomar muestras de un paciente y realizar un examen en el laboratorio.

Dicho examen servirá para confirmar o descartar la presencia de una enfermedad, detectar posibles anomalías u obtener información sobre la viabilidad de un tratamiento o procedimiento terapéutico.

 

Para poder obtener toda esta información se pueden examinar diferentes tipos de muestras biológicas, como de sangre, de heces, orina, tejidos o cualquier otra célula del cuerpo que permita una exploración en un laboratorio.

 

PRINCIPALES FUNCIONES DE LOS ANÁLISIS CLÍNICOS:

 

– Prevenir enfermedades:

A través de las pruebas de laboratorio pueden detectarse patologías o enfermedades. Es el caso de los análisis que de forma habitual se llevan a cabo en las empresas o centros de salud. Estos sirven para confirmar que todos los parámetros generales del paciente están dentro de la normalidad, así como un método de prevención, detectando a tiempo posibles patologías y pudiendo establecer un tratamiento lo antes posible.

 

– Confirmar o descartar diagnósticos

Se trata de una herramienta imprescindible en el ámbito de la medicina que permite expresar los resultados de dos formas diferentes: cualitativa (con la presencia negativa o positiva de un elemento o sustancia) o cuantitativa (el nivel que presenta dentro de una escala, por ejemplo).

 

– Investigar:

Estos análisis permiten desarrollar nuevos medicamentos, tratamientos y completar investigaciones dentro del ámbito académico y sobre una cuestión o patología en particular. Gracias a ello, el sector de la ciencia y la medicina pueden avanzar considerablemente rápido.